Me gustaría mostraros la boda en Jaén de Cristina y Antonio. Ellos son divertidos, naturales, espontáneos, como lo demuestran sus fotografías. Los nervios dan lugar a las risas, a los abrazos, a los besos y todo esto unido se traduce en momentos inolvidables.

Cada vez hago más bodas civiles en Jaén. Creo que son muy emotivas porque nos saltamos el protocolo establecido en una boda religiosa. Aunque poder trabajar en una boda en el Sagrario de la Catedral de Jaén es todo un privilegio. Aquí se casaron Cristina y Antonio, en este escenario de singular belleza por su historia y por su estética.

Unos meses después hicimos las maletas y nos fuimos a Murcia, donde ellos residen. Habíamos hablado de la posibilidad de hacer su sesión de postboda en Cartagena, pero no nos limitamos solo a esta localización. Murcia es una región que ofrece muchas posibilidades y tiene escenarios magníficos para crear el mejor recuerdo.

Estuvimos en el Cabo de Palos visitando su imponente faro y en el parque natural de Calblanque, donde esta la playa con el mismo nombre, un espacio protegido con un enorme valor paisajístico. Bañada por el Mar Mediterráneo de aguas cristalinas y arena fina, ideal para que Cristina y Antonio se relajaran y disfrutaran de su sesión de postboda. Cartagena no nos quedaba muy lejos y allí terminamos la mañana.

No me cansaré nunca de decir del enorme privilegio que tengo, como fotógrafo de bodas, en poder acompañar todos los fines de semana a las parejas que confían en mi sus recuerdos mas preciados. Personas divertidas y que me hacen reir y emocionarme como Cristina y Antonio.

Espero que os divirtáis viendo sus fotos tanto como yo me divertí en el tiempo que pasé con ellos.