Me encanta viajar a Cataluña y mas si cabe si es a hacer una boda en Barcelona. Entonces el plan se convierte en excepcional. Pasear por las calles de esta ciudad, el olor del Mediterráneo, su bullicio y su ambiente cosmopolita la convierte en uno de los destinos que mas me gustan para desconectar.

Joana es de Barcelona y Christoph de Alemania, pero el destino hizo que su historia de amor comenzara muy lejos de sus casas, en unos de los viajes que ambos realizaban alrededor del mundo. Han visitado los cinco continentes, me contaban, traen una mochila cargada de vivencias, de alegrías y penas, de buenos y malos momentos. Ahora comienza otro viaje parar ellos, otro viaje que durará toda una vida y que estoy seguro les dará momentos únicos e irrepetibles.

Eligieron hacer su boda en la Cucanya, (Vilanova i la Geltrú, Barcelona), un caluroso día de Octubre, frente al mar, con el sonido de las olas marcando el compás de la ceremonia. Brindaron con cava antes del comienzo de las mil y una sorpresas que nos tenían preparadas. Una auténtica fiesta de principio a fin.

Nos marchamos al barrio del Born y al barrio Gótico para su sesión de postboda. Ellos mismos nos hicieron de guías por el laberinto de calles empedradas, donde suelen perderse a disfrutar del ambiente mas sofisticado de la ciudad Condal.

Todavía recordando momentos de su boda, esperamos a que cayera la noche para disfrutar del ambiente cálido de las calles abarrotadas en este barrio medieval.

Nos hicisteis sentir como en casa. Os estaremos eternamente agradecidos por hacernos partícipes de vuestra boda en Barcelona. Esta historia de amor durará toda una vida y nosotros tuvimos la suerte de estar ahí para poder contar en imágenes cómo comenzó todo